La magia de una casa rural en Arenas de Iguña.
Los ríos siempre fueron la fuerza que abrió los caminos por los que las historia fue dando pasos. Cantabria no es una excepción. El Besaya asoma en Campoo y sigue a solas y peleando con las rocas hasta unirse al río Saja y juntos ir hacia el Cantábrico.
Por ese camino que nos ha regalado el río va la autovía, el tren, las calzadas romanas, el camino por el que el poeta Rubén Darío llegó a España cuando fue nombrado embajador de Nicaragua, la línea por donde llegar la mar para recibir baños de ola, el último salto tras el final del Canal de Castilla para que el cereal saliera por el puerto de Santander, el camino en cuyas alturas están las cuevas plagadas de pinturas rupestres de los que llegaron primero.
A la orilla de ese camino estamos nosotros, acariciados por la historia que ha ido dejando un poso constante.
Somos el lugar tranquilo que está cerca de todo, sin ruido, al alcance de cualquiera, escogido por quienes saben.
Construimos hogares de piedra que te protegen cuando hace frío y que te regalan frescura cuando viene el calor.
Manteneos atentos y aquí os contaremos los secretos del turismo rural en Cantabria, como llegar hasta Cabárceno, como emocionamos con Las Guerras Cántabras, como ver un Castillo. Os contaremos como las leyendas viven en Anievas o como vivían nuestros antepasados en la Edad del Hierro, todo aquello que tenéis al alcance de la mano desde nuestra casa.